Hace tiempo que me di cuenta que hay cosas que solo me pasan a mí, todo parece ser una sucesión de casualidades, pero todo se combina y el destino quiere que todo confluya en mi persona.
En este trabajo en el que estoy, todavía no sabemos hasta cuando, esta en una zona llena de galerías de arte; desde que empece a trabajar, me dije, un día al mediodía me voy a escapar a ver algo. La realidad es que solo lo hice una vez, (hace poquito a ver Buenos Aires Photo, muestra que se hace anualmente y me encanta), pero volviendo al punto, no aparecía nada que me diera mucha curiosidad…
Hace unos días, de regreso del kinesiólogo, en medio de una terrible tormenta, entro corriendo en un cafe, a esperar que la lluvia pare, al menos un poco, porque estaba empapada: los pies, la ropa, todo un desastre. Me acercaron el diario y de casualidad, leí una nota sobre una muestra de Delia Cancela, artista de la época del Di Tella (Instituto de arte de los 60s de donde salieron los grandes modernos de Argentina), que siempre admiré y me dije: acá esta mi muestra! Y allí me dirigí esa misma semana, la galería, casualmente, quedaba a solo un par de cuadras de mi trabajo, lo cual era ideal. Pase un par de veces, sin suerte porque estaba cerrada y ayer, salí tarde del trabajo, empece a caminar para la casa de mis padres y me di cuenta que estaba abierta.
Entré, pregunté un par de cosas a una chica muy amable, que me explico la fecha de sus trabajos, y que la muestra terminaba el viernes… Parlanchina, como soy, le cuento que me entere de la muestra por la nota, que me gustaba mucho la artista y no pudiendo conmigo misma, le pregunto, si sabe cuanta gente vino, y porque viene esa gente, que le gusta, etc, etc.
Claro, el arte y el Marketing no necesariamente van de la mano, la chica se quedo sorprendida, y me dijo, «no lo se», «y no lo preguntaste tampoco?» dije yo, «no, no se me ocurrió…», y agrega, «esperame un momento por favor», y viene con una señora, muy moderna, con el cabello colorado-medio zanahoria, y unos maravillosos ojos celestes, con una sonrisa de par en par, » no se tu nombre, pero ella es Delia Cancela, y quiero que la conozcas», yo me sorprendí, y le sonreí, súper halagada, me presente, y me dijo, vos que haces? yo trabajo en Investigación de Mercado, y estoy haciendo puntualmente un trabajo sobre lo digital, las paginas en los medios, lo social, etc y le di un par de opiniones a ella que es muy amable, («ella» es la dueña de la galería ), Delia, súper amorosa, después de escuchar un par de comentarios me dijo: «Ay, yo quiero tomar un cafe con vos, podemos quedar?» Imaginen mi cara…. no lo podía creer, ella conmigo, ella me quiere conocer a mi… no es muy loco?
La verdad es que me fui muy feliz, con el ego hinchado, la sonrisa instalada y la sensación que volvía a tener la frescura y la incredulidad de los 20 años.
La vida tiene esas cosas, se suman un monton de casualidades, para demostrarme que soy interesante, inteligente para elegir que decir y que todavía tengo todo por hacer… sinceramente no es la primera vez que me pasa, he conocido a la directora de la revista mas importante de Argentina, de una manera similar, al director de Bang & Olufsen, y otras personas, muy interesantes, solo por esto de estar en el lugar justo, en el momento adecuado, y mi boca parlanchina, no la dejemos de lado…
Les dejo una mini BIO de Delia Cancela y la foto del catalogo
Carla, contenta!
Delia Cancela siempre vivió entre el arte y la moda junto con Pablo Mesejenan, su marido. Después de su paso por el Di Tella vivió en Londres, París y Nueva York. Juntos diseñaron vestidos y accesorios, crearon tapas para la revista Vogue y su primera colección de ropa fue comprada por el Victoria and Albert Museum. «El arte es arte y la moda es moda. Yo no soy una artista que colabora con la moda. Soy una artista que puso la moda en el lugar donde debe estar, el de la creación. Mi pasaje por la moda o en lo que haga es como artista. Cada tapa de Vogue England o la página de cualquier otro medio creada por mí son una obra y los desfiles también», dice.